“LA SOSTENIBILIDAD SÍ ES UNA CUESTIÓN SOCIAL”

“LA SOSTENIBILIDAD SÍ ES UNA CUESTIÓN SOCIAL”

Un buen ejemplo del impacto del Programa de Pequeños Subsidios (PPS) del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) es el cambio registrado en la calidad de vida en la comunidad El Recodo, en Padre Las Casas (Azua), luego de que fuera instalada la hidroeléctrica en la parte alta del río Las Cuevas en 2009. “Cuando llegué en el 2007 por primera vez para trabajar el estudio me chocó mucho que fuera una comunidad extremadamente pobre y muy dependiente de donaciones externas y además no tenía un tejido social fuerte, pues había sido reconstruida después de 1998, porque el ciclón George destruyó todas las casas”, explica Michela Izzo, directora ejecutiva de la fundación Guakía Ambiente, socia local del PPS. Con la contribución de una iglesia, lograron construir casitas con paredes de cemento, pero solo lo esencial. “Volví en 2011 y ahora en el 2018, hace unas semanas, después de siete años, y me impresionó el impacto que ha tenido el proyecto. De 92 familias que había en 2009, ahora son más de 190 y de estas 160 están conectadas al sistema eléctrico, manejándose con menos de 10 kilovatios de electricidad”. Izzo destaca la regla que implementan para tener luz 24 horas al día. “Tienen un programa. Como son 160 familias conectadas con 10 kilovatios, a las 6:00 de la tarde todo el mundo desconecta la nevera y la vuelven a conectar a las 11:00 de la noche; de esta manera nunca tienen apagones”. La comunidad contactó nuevamente a Michela porque quieren explorar otras fuentes de energía limpia para ampliar el sistema. “Después de la electrificación, de tener una escuela que llegaba a octavo de primaria ahora tienen un liceo con 300 estudiantes, una clínica rural y solicitudes de más familias que están regresando a la comunidad”.
Enlace con la comunidad Como institución,Guakía Ambiente se creó en 2008 como soporte del PPS a nivel local, un acuerdo de colaboración que permite canalizar los fondos para las comunidades. “Surgió porque creemos que el modelo propuesto por el PPS funciona y es sostenible. Nos dijimos que tenemos que buscar un mecanismo para replicarlo y fortalecerlo, para que las acciones de ese tipo no dependan solo y exclusivamente de decisiones internacionales”. Si el FMAMGEF decide parar, dice Izzo, ¿el programa no va a seguir? “Si las acciones son positivas, lo ideal sería que más actores puedan seguir implementándola sin tener la exclusividad”.

Generar un proceso de desarrollo a partir de una necesidad real

¿Cómo eligen a las comunidades? Todo parte de un esquema que de acuerdo con Izzo es el modelo de desarrollo sostenible. “El punto de partida es una necesidad expresada directamente por la comunidad: es ella la que tiene que moverse porque es impulsada por una necesidad real y a partir de ahí encontrar actores que pueden canalizar recursos y energía de una forma organizada para resolver esa necesidad y a partir de esa necesidad generar un proceso de desarrollo”. El fondo semilla de cada proyecto, de hasta 50,000 dólares, se obtiene a través del PPS. Izzo afirma que esa es la garantía de que hay un dinero comprometido que sirve para pagar por lo menos la primera cuota del sistema de generación de energía, porque en algunos casos no es suficiente. Las comunidades no tienen
por qué ser las más pobres o alejadas. Lo importante es que sean grupos organizados y que estén dispuestos a asumir la responsabilidad de garantizar la sostenibilidad del proyecto.
¿Dificultades? Para la consultora y docente universitaria, la principal dificultad que enfrentan en las comunidades no es una dificultad técnica, porque los proyectos se ejecutan y son exitosos. “Pero la sostenibilidad sí es una cuestión social: qué tan bueno eres para acompañar a la comunidad en superar sus barreras sociales. Y una de las barreras sociales principales es luchar en contra del paternalismo que, lamentablemente, es una herencia de años y años y no se puede pretender eliminar de un día para otro”. Sostiene que todavía a nivel de comunidades y en términos de enfrentar la pobreza “estamos trabajando con esquemas ‘balagueristas’, en términos de asistencialismo, de donación, que al final amarra a la gente y no le deja desarrollarse de una forma creativa como ciudadanos activos en el Estado”. Una parte importante del programa, por ejemplo, es el establecimiento de un sistema de manejo de la hidroeléctrica autónomo, tanto técnico como administrativo. “Ellos establecen un comité de administración de la hidroeléctrica y tienen que establecer su propio sistema de cobro…”.

 

PERFIL.  Michela es licenciada en Ciencias Ambientales con maestría en Ingeniería del Viento. Para su doctorado en Medio Ambiente y Territorio trabajó la tesis “Análisis del clima y sus dinámicas en la República Dominicana e influencias sobre el territorio”. En el país, acompaña procesos de desarrollo con enfoque comunitario participativo, especialmente en el área de energías renovables.  En la imagen, la bióloga dominicana Yvonne Arias y Michela Izzo (d) en el Encuentro Verde, una iniciativa del Listín Diario y la fundación Propagás.

Pelix Dorelas

Ingeniero de informatica

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